000 01950cam a22002057a 4500
001 15N08001497
005 20220426130600.0
008 150803b ag ||||gr|||| 000 f spa d
020 _a8420482056
040 _cCEDOC - MINVU
_aMinisterio de Vivienda y Urbanismo
082 _aCU-CAB
_b117can
100 1 _aCabrera Infante, Guillermo
_92677
245 1 5 _aElla cantaba boleros /
_cGuillermo Cabrera Infante
260 _aBuenos Aires :
_bAlfaguara,
_c1996
300 _a309 p.
520 _aEste libro debe su existencia a los consejos de dos escritores amigos. Uno de ellos, Mario Vargas Llosa, en fecha tan temprana, o tan lejana, como 1964, me aconsejó que publicara Ella cantaba boleros no como el hilo conductor que era de Tres tristes tigres, sino como una narración independiente. Han pasado exactamente treinta años para que yo hiciera caso: así soy de testarudo. El otro escritor amigo es Javier Marías, quien con su perspicacia de autor y, lo que es mejor, su autoridad como lector, me aconsejó, no bien apareció La Habana para un infante difunto, publicada en 1979: "El último capítulo es perfecto. Debieras publicarlo por separado." Y aquí están, juntos pero revueltos, los capítulos de Ella cantaba boleros (más, hay que decirlo, lo que iba a ser su final original y que por afán de simetría elininé de TTT: ese Metafinal que he publicado por separado sin ser una separata y cuyo subtítulo se debe y puede leer también como Meta final), y el largo lamento de amor que tiene por maestro a Ovidio y su Ars amatoria y por exergo, luego suprimido, ese verso que Shakespeare cita en Romeo Y Julieta: "Jove ríe ante el perjurio del amor". Las dos narraciones celebran a la noche y parecen citar, recitar el verso de Amores : O lente, lente currite noctis equi, que quiero traducir como :Corre lento, lento jinete de la noche.
650 1 4 _aNOVELAS CUBANAS
_92621
650 1 4 _aLITERATURA CUBANA
_9523
942 _2CDU
_cMN
999 _c23323
_d23319